miércoles, mayo 1, 2024

Los errores más comunes en el lanzamiento de una startup y cómo evitarlos

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Cuando se monta una startup se quiere hacer todo perfecto, pero, si algo está garantizado es que se cometerán errores de los cuales habrá que aprender.

Steve Jobs, fundador de Apple Computer, dijo que “los grandes artistas como Dylan, Picasso y Newton se arriesgaron al fracaso y si queremos ser grandes, tenemos que arriesgarnos también. Y es que, como él, muchos de las grandes figuras del mundo de los negocios decidieron atreverse a lugar por sus ambiciones y no quedarse mucho tiempo estancados en os pequeños fracasos, sino tomarlos como impulso y aprendizaje.

Debemos tener claro que en América Latina no está muy consagrada la cultura del fracaso, siempre parece haberse entendido que cometer errores te precipitaba directamente al vacío, mientras que, por el contrario, otros países se asientan más sobre la idea de que los errores pueden enseñarte cosas que, de otra manera, sería imposible aprender. En cualquier caso, parece que estamos empezando a asimilar que, además de aprender de los errores ajenos, también de los resbalones propios nos preparamos al éxito.

Para ello, hemos hecho una recopilación de los errores más frecuentes de las startups. Identificándolos a tiempo, podremos reaccionar mejor ante las situaciones adversas y decidir qué camino es el más adecuado para nuestro negocio.

No contar con un equipo especializado

Uno de los errores más comunes que hacen fracasar a las startups es su equipo u organización. Hay muchos fundadores de startups que inician un negocio solos o con socios que no tienen suficiente conocimiento en varios campos. Por ejemplo, un socio que tiene conocimientos comerciales, pero no tiene idea de cómo vender o comunicar ideas. Por esto, es imprescindible contar con equipo especializado y comprometido.

No analizar a la competencia, un error muy común de las startups

Ignorar a la competencia es una de las principales razones por las que las startups fracasan por varias razones:

Debe comprender el mercado y la industria en la que desea ingresar: qué están haciendo sus competidores, cómo operan, cómo reaccionan los clientes, etc.

Incluso si es una empresa nueva, siempre habrá competidores y, a veces, pueden tener más recursos. De hecho, si se trata de un mercado nuevo, es probable que haya nuevos competidores interesados ​​en aprovecharlo. Necesitas investigar a la competencia antes y cuando comiences.

No resolver una necesidad de mercado

Puede parecer una obviedad, pero la falta de análisis del mercado y de las necesidades de los potenciales clientes ha sido la razón por la que el 42% de las startups fracasan.

Puede pensar que tiene un buen producto y una buena idea, pero sin una necesidad real del usuario, es poco probable que el producto tenga éxito. Para evitar esto, es necesario analizar el mercado, las posibles compras potenciales y la competencia.

Gestionar mal la financiación

Otro de los grandes errores que cometen las startups es no gestionar debidamente el capital. Uno de los que ha sufrido este problema es Tuenti o Doppler Labs. El primero, por enfrentarse a un competidor como Facebook que contaba con muchos más recursos económicos y el segundo, por no contar con la financiación suficiente para continuar con el negocio.

No tener un plan de marketing y comunicación

Estrategia digital es algo en que deben invertir hoy en día las empresas, ya que es importante conocer al público objetivo, además, es imprescindible conocer dónde se encuentran y como te debes dirigir a ellos.

El fallo en muchas de las startups se encuentra en no saber comunicar su producto y conseguir captar la atención de los clientes potenciales para convertirlos en clientes reales. Para ello, es necesario definir una estrategia de marketing digital, estrategia de SEO y SEO local y comunicación.

No elegir el momento adecuado para lanzar el producto

El momento del lanzamiento del producto o servicio es importante. De hecho, muchas empresas están tan ansiosas por mejorar y actualizar sus productos que terminan perdiendo oportunidades de mercado. Para esto, es importante utilizar un MVP (Producto Mínimo Viable) que brinde la experiencia a los clientes consumiendo la menor cantidad de tiempo y recursos posible. De esta manera sabemos si nuestro proyecto es factible o no.

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