La inversión pre-seed se refiere a la etapa temprana de inversión en una empresa, antes de que se hayan generado grandes ingresos. Por otro lado, la inversión ángel se refiere a la inversión de un individuo o grupo de individuos (conocidos como “ángeles”) en una empresa en sus primeras etapas de desarrollo.
Ambos tipos de inversión se implementan en etapas iniciales y son fundamentales para el crecimiento y el desarrollo de las startups, ya que ayudan a financiar sus operaciones y proyectos en las etapas más tempranas.
El panorama de la inversión pre-seed & angel en América Latina
La inversión pre-seed y ángel en América Latina (LATAM) ha experimentado un crecimiento exponencial a lo largo de los últimos años, entre los que destacan particularmente las cifras alcanzadas en 2022.
De acuerdo con el informe elaborado por Cuantico VC, plataforma de inversión enfocada en mapear e impulsar empresas emergentes de la región, titulado: “Estado de la Industria VC en Latinoamérica en 2023”, estas inversiones en etapas iniciales han alcanzado un total de 843.00 K hasta 2022.
Esto se debe a una serie de factores, incluyendo el aumento del interés de los inversionistas en los mercados emergentes y el surgimiento de nuevas startups en la región. Ambos tipos de inversión son fundamentales para el crecimiento y el desarrollo de un mayor número de empresas emergentes en América Latina.
Los inversionistas están buscando oportunidades de inversión en empresas con un gran potencial de crecimiento, y el continente ofrece hoy en día un gran número de oportunidades en este sentido. Con el aumento del acceso a la tecnología y la educación empresarial, más y más personas están creando sus propias empresas en la región.
Sin embargo, a pesar del crecimiento exponencial de la inversión, todavía hay desafíos que deben ser abordados. Uno de los mayores retos es la falta de acceso a capital y recursos para las nuevas startups. A menudo, estas empresas todavía encuentran dificultades para obtener financiamiento.
Por esa razón, el aumento de esta clase de inversión es esencial para el surgimiento de nuevas startups en América Latina. Sin esta inversión, muchas startups no tendrían la oportunidad de desarrollarse y crecer.
Además, su aumento también atrae a más inversionistas locales a la región, lo que contribuye al desarrollo económico y al crecimiento de las economías nacionales.