Después de la pandemia, las corporaciones latinoamericanas han buscado nuevas estrategias para enfrentar un panorama incierto. El Corporate Venture Capital (CVC) se ha convertido en un recurso clave, permitiendo a los corporativos invertir en startups con el objetivo de impulsar innovación y mantenerse competitivos. En 2020, apenas el 10% de las grandes empresas realizaba este tipo de inversión, mientras que en 2023 la cifra aumentó al 15%. Este crecimiento refleja la creciente conciencia empresarial sobre la necesidad de innovar. A nivel global, el promedio de inversión alcanza el 25%, mostrando que Latam aún tiene espacio para fortalecer su ecosistema de emprendimiento y capital corporativo.
Expansión del CVC en Latinoamérica
El estudio “Corporate Venturing Latam 2024”, desarrollado por Wayra, revela que los CVC han crecido en la región por la percepción de riesgo asociada a la falta de innovación. Irene Gómez, directora general de Wayra Hispanoamérica, afirma que los corporativos han entendido que no innovar los puede dejar fuera del mercado. La pandemia aceleró esta urgencia, motivando a las empresas a buscar startups como fuentes de tecnología, conocimiento y modelos de negocio disruptivos. La tendencia sugiere que esta estrategia seguirá consolidándose en los próximos años, impactando directamente en la forma de hacer negocios y generar valor.
Distribución y sectores que lideran
En Latinoamérica, el 90% de los CVC se concentra en cuatro países: Argentina, México, Chile y Colombia. Las industrias que más han adoptado este modelo incluyen manufactura, energía, servicios financieros, e-commerce y logística. La elección de estos sectores responde a la necesidad de integrar innovación tecnológica en procesos estratégicos, optimizando operaciones y aumentando competitividad. Este enfoque geográfico y sectorial indica que los corporativos buscan alianzas con startups que complementen su cadena de valor y contribuyan a su crecimiento sostenible.
Beneficios del auge del CVC
El auge del CVC en la región ofrece varias ventajas para corporativos y startups:
Acceso a innovación: Permite incorporar nuevas tecnologías y soluciones de manera estratégica.
Reducción de riesgos: Las startups prueban conceptos que los corporativos pueden escalar.
Fortalecimiento del ecosistema: Incentiva la colaboración entre grandes empresas y emprendimientos.
Expansión de mercados: Facilita la entrada a segmentos innovadores o desatendidos.
Además, esta tendencia promueve un ambiente donde las corporaciones pueden diversificar inversiones mientras las startups obtienen capital y mentoría, fortaleciendo el ecosistema emprendedor regional.
Una inversión estratégica hacia la innovación
El auge del CVC en Latinoamérica evidencia que los corporativos reconocen la innovación como factor determinante para su supervivencia. Aunque el 15% de participación aún está por debajo del promedio global, refleja un cambio positivo en la cultura empresarial. La estrategia de invertir en startups no solo fortalece la competitividad de las empresas, sino que también consolida el ecosistema de emprendimiento regional. Este fenómeno muestra que la colaboración entre corporativos y startups es una vía proactiva para transformar el mercado, integrar nuevas tecnologías y generar valor sostenido en la región.
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