La alta tasa de interés, inflación y dólar cada vez más encumbrado, han sido los factores para que se potencien otro tipo de inversiones, como, por ejemplo, en startups.
El panorama actual, la incertidumbre política y económica, la inflación y el alza del dólar, han provocado que los ojos de los inversionistas apunten a nuevos y distintos rubros. Una de las que más ha tomado fuerza desde la pandemia ha sido la opción de invertir en startups, es decir, ser un inversionista ángel.
Se cree que para eso se necesita una importante suma de dinero, pero la verdad es que con US$500.000 ya puedes ser un inversionista. Herramientas como Broota, compañía digital que financia startups a través de una plataforma colaborativa de inversión, es una de las alternativas que ha surgido durante el último tiempo.
Promedio de inversiones
De acuerdo con el estudio elaborado por Cuantico VC, plataforma de inversión enfocada en mapear e impulsar empresas emergentes de la región, denominado: “Estado de la Industria VC en Latinoamérica en 2023”, el promedio de inversión Series A en Latinoamérica en 2022 fue de US$13.40 millones; en 2021, US$14.60 millones; en 2020, US$8.40 millones; en 2019, US$9.0 millones, y en 2018, US$6.60 millones.
Muchas empresas acuden a inversionistas de capital, tipo fondos de Venture Capital, inversionista ángel o grupos estratégicos relacionados con la industria a la cual pertenece, en busca de recursos financieros que les permita un crecimiento acelerado.
En América Latina, las inversiones previas a la semilla o en etapa inicial están diseñadas para soportar tanto el riesgo tecnológico como el riesgo de producto ha mercado, y generalmente oscilan entre US$100,000 y US$1 millón.
Las rondas de inversión posteriores, denominadas Serie A en el lenguaje de inversión, se centran en el riesgo asociado con la expansión del negocio y la mejora de su posición y relevancia en el mercado, y oscilan entre US$1 y US$5 millones, aunque recientemente hemos visto entre US$10 y US$15 millones.
Si la empresa está haciendo las cosas bien, es bastante probable que los inversionistas de la ronda anterior (semilla) quieran participar en la ronda. Si estos generan valor, también podrán hacer inversiones follow on (subsecuentes) o invitar a coinversionistas que puedan sumarse a la ronda.
Debemos tener claro que no todas las empresas emergentes necesitan financiación de capital de riesgo, y no todas las empresas emergentes son adecuadas para todos los fondos o inversores. Es importante saber cómo evitar a los inversores que no agregan valor al negocio, y los fundadores deben hacer la misma diligencia debida en cada prospecto que los inversores suelen hacer.
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