Tuesday, November 19, 2024

La Explosión del Venture Capital en LATAM: más de 150 Fondos creados en los últimos 3 años

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El año 2021 quedará grabado en la memoria como un período de gran avance para los emprendedores de Latinoamérica. ¿La razón? La región recibió una cantidad sin precedentes de financiamiento por parte de los fondos de capital de riesgo (Venture Capital, en inglés), alcanzando la asombrosa cifra de US$15 mil 303 millones.

Para comprender la magnitud de esta cifra, cabe destacar que superó la inversión total registrada de este tipo entre 2010 y 2021. Este hito representa un respaldo significativo a la creciente industria emprendedora de la región, impulsando el desarrollo de nuevas ideas y proyectos innovadores.

El aumento en el financiamiento de capital de riesgo demuestra la confianza que los inversionistas tienen en el potencial y la capacidad de crecimiento de los emprendimientos latinoamericanos, así como la creciente atracción de la región como un centro de innovación y oportunidades de negocio.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. Un estudio elaborado por Mckinsey & Company, una de las principales empresas de consultoría estratégica a nivel mundial, detalla que el volumen de capital disminuyó en los últimos 3 años, pero aún se encuentra un 63% por encima de los niveles previos a la pandemia y está principalmente disponible para startups en etapas tempranas.

De acuerdo con ese informe, casi 1 de cada 3 startups tienen menos de 18 meses de tiempo de ejecución. “Los ciclos de ronda están siendo más largos y los Fondos de Capital de Riesgo están tardando más tiempo en cerrar acuerdos”, detalla.

Además, afirma que, en este escenario, las fuentes de financiamiento se están diversificando impulsadas por los Venture Capitals (VC) locales que están adquiriendo mayor madurez y experiencia, ya que en los últimos 3 años han surgido nuevos fondos de capital de riesgo con sede en América Latina.

Adicionalmente, el estudio explica que el 80% de los fondos de capital de riesgo más grandes con sede en América Latina están en el Fondo III y más allá.

Ecosistemas de emprendimiento se ha vuelto sumamente desafiante

En los últimos meses, el entorno para los ecosistemas de emprendimiento ha presentado desafíos significativos. En México, la inversión de los Venture Capitals en startups experimentó una disminución del 42.49% en el tercer trimestre de 2022.

Asimismo, en Latinoamérica, se registró una disminución del 54.7% en la inversión entre 2021 y 2022, según datos de la plataforma tecnológico-financiera Transactional Track Record (TTR).

Estas cifras reflejan el actual panorama en el que los emprendedores y las empresas emergentes se enfrentan a dificultades para obtener financiamiento. Es crucial analizar las razones detrás de esta disminución y buscar estrategias para reactivar y fortalecer los flujos de inversión hacia los emprendimientos.

A pesar de los desafíos actuales, la capacidad de adaptación y la exploración de oportunidades de financiamiento alternativas pueden desempeñar un papel fundamental para superar este obstáculo y fomentar el crecimiento sostenible de los ecosistemas emprendedores en la región. Es esencial que los actores clave, como los gobiernos, los inversionistas y las organizaciones de apoyo, trabajen juntos para implementar políticas y programas que impulsen la inversión en emprendimientos, fomentando así la innovación, la generación de empleo y el desarrollo económico en la región.

¿Qué implicaciones tiene esta disminución de recursos para las startups? El impacto es significativo, ya que estas empresas de nueva creación dependen de la tecnología para impulsar modelos de negocio innovadores y disruptivos, y requieren múltiples rondas de inversión para avanzar.

Específicamente, los Venture Capital son una fuente de financiamiento clave para las startups, puesto que les proporcionan recursos en etapas tempranas, cuando todavía existe una gran incertidumbre sobre su potencial éxito futuro.

La reducción en la disponibilidad de financiamiento de los Venture Capitals puede limitar el crecimiento y desarrollo de las startups, dificultando su capacidad para escalar, contratar talento y alcanzar nuevos mercados. Esto subraya la importancia de buscar alternativas de financiamiento y fomentar la diversificación de fuentes de inversión para las startups, incluyendo la participación de otros actores como inversionistas ángeles, aceleradoras y fondos de inversión corporativos.

Además, es fundamental fortalecer los ecosistemas emprendedores, promoviendo políticas públicas y programas de apoyo que impulsen la inversión en innovación y tecnología, para garantizar el desarrollo y el éxito de las startups en un entorno desafiante.

Recursos del Venture Capital

Una vez que las startups logran desarrollar productos y servicios competitivos que se posicionan en el mercado, entran en una segunda fase de madurez. En esta etapa, tienen la oportunidad de acceder a recursos financieros más significativos, principalmente a través de inversiones de capital de riesgo en rondas de inversión “Pre-Serie A” o “Serie A”, en las cuales suelen recaudar entre 2 y 5 millones de dólares. Estos recursos les permiten acelerar su crecimiento, consolidarse y alcanzar la rentabilidad deseada.

Sin embargo, es preocupante que los inversores de capital de riesgo estén reduciendo drásticamente sus inversiones en startups de la región. ¿Cuál es la razón detrás de esta tendencia?

Esta disminución puede atribuirse a diversos factores. En primer lugar, la incertidumbre económica y los cambios en los mercados pueden generar cautela entre los inversores, quienes podrían preferir esperar un panorama más estable antes de comprometer grandes sumas de dinero en proyectos emergentes. Además, la pandemia de COVID-19 ha afectado a numerosas industrias y ha generado un entorno de mayor riesgo e incertidumbre.

Por otro lado, algunos inversionistas pueden haber experimentado dificultades para obtener rendimientos satisfactorios en inversiones anteriores, lo que podría generar una mayor aversión al riesgo y una reducción en el apetito por invertir en nuevas empresas.

Es importante tener en cuenta que estas tendencias son temporales y pueden variar a medida que la situación económica se estabilice y las condiciones del mercado mejoren. Sin embargo, en el corto plazo, es fundamental que las startups busquen alternativas de financiamiento, como la participación de inversionistas ángeles, fondos de inversión corporativos o programas de aceleración, que pueden proporcionar capital y apoyo adicional para impulsar su crecimiento.

Además, es necesario fortalecer los ecosistemas emprendedores a través de políticas públicas que fomenten la inversión en startups, brinden incentivos fiscales y promuevan la colaboración entre el sector privado, el gobierno y las instituciones educativas para impulsar la innovación y el emprendimiento en la región.

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