La startup argentina Puna Bio acaba de sumar un socio estratégico de peso: la Fundación Bill y Melinda Gates. La entrada de Bill Gates como inversor principal en su ronda Serie A refuerza la confianza internacional en la biotecnología argentina y posiciona a la compañía en el radar de los grandes jugadores globales.
Biotecnología con impacto global
Puna Bio desarrolla soluciones basadas en microorganismos extremófilos, capaces de sobrevivir en condiciones extremas, para mejorar el rendimiento agrícola de manera sostenible. Sus productos ya se aplican en cultivos como soja, trigo y maíz.
“Desarrollamos un tratamiento biológico para semillas con el objetivo de mejorar la productividad agrícola de forma sustentable”, explicó Franco Martínez Levis, CEO de la compañía.
Un equipo científico tucumano detrás del proyecto
La startup fue fundada por las científicas tucumanas Elisa Violeta Bertini, Carolina Belfiore y María Eugenia Farías, formadas en el Conicet. Su trabajo de investigación en la Puna, en la frontera entre Argentina y Bolivia, permitió identificar y desarrollar los microorganismos que hoy dan origen a las soluciones de la compañía.
El equipo de Puna Bio está conformado por científicos, biotecnólogos y agrónomos que trabajan de forma multidisciplinaria.
La apuesta de la Fundación Bill y Melinda Gates

La incorporación de la fundación no solo aporta financiamiento, sino también visibilidad global y acceso a una red estratégica de aliados. Según Martínez Levis:
“a la fundación de Gates llegamos gracias a uno de nuestros inversores de Brasil. Realizamos varias reuniones en CABA y Tucumán, y desde allí comenzamos a trabajar en una posible inversión”.
Como parte del acuerdo, Puna Bio deberá cumplir dos compromisos: probar sus productos en cuatro países de África y desarrollar tecnologías que puedan integrarse con las soluciones agrícolas ya existentes en la región.
“El principal desafío es la fragilidad de África para abastecerse de alimentos y enfrentar el cambio climático”, agregó el CEO.
África como destino estratégico
Los agricultores africanos trabajan, en promedio, con apenas dos hectáreas para el autoconsumo. Cualquier evento climático adverso impacta de manera crítica en su producción. Con la colaboración de la Fundación Bill y Melinda Gates, Puna Bio busca ofrecer un producto económico, eficiente y escalable que beneficie directamente a los productores locales.
La fundación, además, aportará experiencia en marcos regulatorios y alianzas con universidades e instituciones africanas.
Proyecciones de crecimiento de Puna Bio
Actualmente, los productos Kunza y Kanzama ya se distribuyen en Argentina y Paraguay. La startup proyecta expandirse hacia Brasil y Estados Unidos, consolidándose como un actor global en biotecnología aplicada al agro.
“Desde nuestros comienzos, hace tres años, crecimos ocho veces en cantidad de hectáreas dentro de Argentina. Para los próximos años buscamos multiplicar por 20 ese número, junto con el crecimiento del equipo y la investigación”, concluyó Martínez Levis.
Además, Puna Bio planea ampliar su portafolio con biofertilizantes y productos de biocontrol para prevenir enfermedades en los cultivos.